Fotografía y literatura



Por: Víctor Ahumada.


En una parte de su libro La sociedad de la transparencia, el filósofo surcoreano Byung-Chul Han analiza lo que, en estos momentos, arbitrariamente, podríamos denominar “el imperio de la imagen”. Dicho imperio (erigido a partir de la aparición de la fotografía) debido a las redes sociales y la proliferación del teléfono móvil, impone hoy más que nunca sus condiciones. Si en la fotografía análoga, nos hace saber Barthes en La cámara lucida, existía una negatividad del tiempo, en la digital, dice Han, eso desaparece debido a que “en la fotografía digital está borrada toda negatividad, ya que no necesita ni la cámara oscura ni el revelado. No la precede ningún negativo. Es puro positivo”. Es decir, mientras en la fotografía análoga hay un proceso de composición y descomposición, cual ciclo vital, en la digital no; el revelado ha sido desplazado y la negatividad del tiempo (el deterioro de la foto) no existe, ella fluye en un “tiempo inalterable”.

Esta noche, en una sesión más de la Esquina Literaria, para seguir comentando estos temas de fotografía y literatura, nos ocuparemos, a través del cortometraje El rectángulo en la mano, de la vida y obra del fotógrafo chileno Sergio Larraín, quien influyó, según se cuenta, en Las babas del diablo, cuento de Julio Cortázar que complementa la sesión.

¡Sean todos bienvenidos!






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