A una esquina de la identidad

 

Por: Gabrio Mendoza

Hay interrogantes que bordean precipicios, caer en ellos supone encontrarse, o por el contrario, perderse para siempre. Ya decía un viejo proverbio que era más sencillo llegar al fin del mundo que a la profundidad de nuestro propio corazón, tal cita acude como premisa en los cuentos que se presentan hoy en la Esquina Literaria. En el primer cuento se retrata el juego de ser otros, asumir otros roles y caer en el peligro de terminar siendo aquello que al principio fue simulacro, ¿hasta qué punto somos lo que no queremos ser? Kundera, autor checo, ganador del prestigioso premio Frank Kafka el año pasado, formula este interrogante a partir del cuento El falso autoestop, contenido en El libro de los amores ridículos, de sus principales obras al lado de La broma y La insoportable levedad del ser, entre otras. 

El segundo texto propuesto, de Gabriel Mendoza, autor local, para la sesión ahonda en el tema de identidad a partir de elementos condicionantes de la misma, la miseria: la ideología, la alteración de la realidad, la aspiración a otras formas de comprensión del individuo y la sociedad y como la tragedia va encadenada a las acciones nacidas de discursos profundos sobre la sed de sentido. 

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